Re0000466 019

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 40

Año II Saxtiago, Noviembre 10 de 1909 Num.

198

EL LLAMADO DEL SILLÓN

El, ALCALDE. i

[VOZ DE ABAJO). —

¿Quién diablos con genio aleve Soy que aquí


yo estoy metido
este mi sillón conmueve? porque hace poco he sentido
¿'Es amigo ó enemigo que con dulcísima voz,
quien produce este alboroto me decía este sillón:
y se entretiene conmigo ■—

¡Ven, Rodolfo, ven. Dios!


por . .

en jugar al terremoto?
¡no desdeñes mi pasión!

20 GENTAVOS
Luis Rüdlopp
SUCESOR DE

CRISTIANO RUDLOFF é Hijos


VALDIVIA

Gran Fábrica de Calzado y


Curtiduría
LA MAS GRANDE DE CHILE

Premiada en todas las Exposiciones del pais J


en la de Búffalo con

MEDALLAS DE PLATA Y DE BRONCE


Especialidad eu Calzado para Mineros, Marine
ros, Oficinas Salitreras, Policías y Tropas drl
Ejército, Últimamente se ka instalado una sec
ción de Calzado fido.

Ventas totalmente al pot


mayor
Upo
NUeF
LOS PROFETAS
Leyenda recogida en un pueblecito del sur

(TRADICION ARAUCANA)
CUANDO me refirieron la leyenda de] liara apartados lugares, existía en
esos
lago de Andalién, sentí deseos de contem aquel sitio una poderosa tribu indígena, do
plarlo y me encaminé á él una clara ma minadora de toda la región. Tras dilatadas
ñana de Noviembre .

y cruentísimas guerras, habían acabado por


Lahermosura del lugar dejó recuerdos vencer á todos sus vecinos, entregándose
imborrables en mi memoria. El camino luego á las dulzurasy la opu de la paz
que serpenteaba por entre robles seculares lencia.
y delicadísimos copihues, la soledad y el Su vida era una perpetua fiesta: duran
silencio augusto de esas umbrías selvas, la te el día no cesaban de beber para tener
hora misma en que la naturaleza parece sueños deliciosos en la noche; las flautas.
despertarse, todo contribuyó á poetizar aquel hechas con huesos arrancados al enemi
paseo solitario. go, de continuo llenaban el aire con me
Cuando llegué, tras los grandes árboles lodiosos acordes, al compás de los cuales
del monte vecino se levantaba el sol, lis bembres y mujeres se movían en cadencio
tando de sombras colosales las tranquilas sos bailes.

aguas del lago. Los pequeñuelos eran ejercitados en la

La
caza para adiestrarse á la guerra; los jóve
superficie inmóvil, azulada, ajitábase
nes se casaban basta con más de quince
á veces al paso de algún cisne que lo cru
mujeres (signo de prosperidad, de fuerza...
zaba, bogando con tranquila majestad.
y del valor) y los ancianos ''escansaban,
Yo me senté bajo los inmensos robles,
refiriendo sus proezas para que aprendie
ran á imitarlas. Eran felices. Pero un día
las almas de los muertos riñeron
en la altura y el rayo los aterró
con su tragor siniestro y con su
luz el relámpago y los densos nu
barrones con sus sombras tenebro
sas. Y hé aquí que, hallándose
las cohortes invisibles en lo más
horrísono de su batalla, por el la
do donde aparece el sol, dos hom-'
bres se vio salir, vestidos con luen
gas túnicas blancas. A su vista, ca:
liaron los cielos y la tierra y el
pueblo, viéndolos dominadores de1
Pillán (1), se postró á sus pies
prestándole obediencia.
Comenzaron á predicar una doc
trina nueva.
Uno de los extranjeros se encoh-
iraba en la tarde de la vida y el
aspecto de su persona tenía la ma
jestad del sol cuando declina: su
■luenga barba semejante al maíz
en flor, sus mejilas del color del
marfil y sus ojos, penetrantes co
mo las saetas del combate, hacían
:
su palabra imponente y fácil su
doctrina de
obedecida.
ser
El
otro era mancebo de agra
un
ciada faz, en cuyo cutis el suave
color de la mañana no había sido
-^^»"—^ tocado aún por las sombras de la
virilidad. Era su cuerpo esbelto
tomo los juncos y dulce su voz co

mo la de los espíritus cuando se


al pie de la montaña, y me puse a meditar lamentan entre las aguas.
en la historia escuchada. Los profetas, ayudados por el pueblo, le

Allá en tiempos muy remotos, siglos vantaron en medio de la tribu una "ruca"
antes que la planta de! hombre blanco ho-
(1) Espíritu al que los araucanos atribuyen
los males.
C( T.RB -
Vuela
1
LOS PKOFETAS

altacomo los grandes


bosques y desde allí Lleno de placer el cacique, su padre, co
enseñaron la ciencia de la vida. municó la nueva al pueblo y en breve se
Todo comenzó á
transformarse con su elevaron cánticos en celebración de la
predicación: los enfermos fueron curados
próxima Doda del joven blanco con la
por arte prodigiosa, se ablandó el corazón hermosa Yupanqui, la flor del país.
de los 'feroces guerreros y los
consejos de Se encendieron antorchas de
regocijo, las

los ancianos se tornaron dulces y compa


sivos .

Cuatro lunas hacía ya que los bombres


blancos hermosos se encontraban en la
y
población salvaje, cuando, una tarde muy
calurosa, «comenzó á ensombrecerse el cielo
V «n >ruido subterráneo se dejó escuchar.
Jaos indios agrupáronse en torno de los pro
fetas y ifueron conducidos al gran templo.
donde el más anciano, sentado en eminen
te trono, principió su predicación transen
hiende ios dictados del que reina en las
atibes.
Y dijo;

A nadie será lícito tomar más de una flautas resonaron con melódicos compases
y todos principiaron á moverse en caden
mujer para compañera de su vida.
cioso danzar.
Estas palabras excitaron el descontento
de Jos guerreros y, como el cielo se había Más, hé aquí que de pronto aparece el
profeta anciano y su voz resuena en medio
serenado, uno se atrevió á protestar en
de la fiesta, helando los corazones:
alta voz.
En verdad te digo ¡oh, pueblo! que si

Pero un trueno espantoso retumbó en la


«se crimen llega á consumarse (y su dies
alta hóveda y llenó de arrepentimiento el
tra extendida señala á Yupanqui y al jo
corazón de Los rebeldes.
ven alanco, entrelazados), todas las catara
Aterrada por su estrépito, cayó sin cono-
tas del cielo no serán bastantes para cas
oimiento una joven, casi á los pies del her
inclinóse éste á socorrerla
tigarlo!
moso (profeta,
Les amantes nuyen entonces de su pre
y, al mirar su hermosura, su faz se
ilumi
sencia, como para escapar á la justicia di
nó con inefable sonrisa.
vina. . .

Entonces vióse al anciano elevar, suspi


Y por un momento, suspende la brisa n:
rando, sus ojos á los cielos y murmurar turna su veloz carrera, detiénense los lím
palabras desconociaas. pidos arroyos y las flores, inmóviles, parecen
Yupanqui, la desmayada, hija de un po escuchar.
deroso cacique, era tierna como los copi-
. .

hues de primavera y las violetas silvestr'


del otoño.
Una racha de la brisa llevó el perfume
Y las cataratas del cielo formaron ese
de su espíritu hacia el del joven profeta
inmenso lago sin dejar de la poderosa tri
y ambos quedaron unidos por dulcísimo
bu más que una triste leyenda, espanto dp
lazo .

las generaciones venideras.


l-uí el beso de la noche y la mañana.

Nanbeh de ZAID
AVISOS ECONÓMICOS

Por dos reales, lector, si no te espantas, Se venden flores dobles y sencillas


ofrezco un lindo regador de plantas. y un par maravilloso de patillas.

A personas antojadas, Vendo un buen par de cantoras .

un par de brevas curadas. que no son remoledoras.


Causa mal humor
No hay nada más irritante que un dolor de es
palda constante esa sensación

opresiva, pesada,
que molesta todo el día y quita el sueño por la
noche.
El dolor de espalda pone á uno de mal humor
y nervioso —

pone á uno «de punta» todo el día;


forma hondas arrugas en la cara y destruye la ex
pansión.
No hay
que equivocar la causa del dolor de es
palda, el
trabajo muy fuerte puede cansar su es
palda;pero no debe producirle ni dolores ni lati
dos. Un hombre ó mujer con sus riñones sanos
puede resistir los trabajos más rudos.
El dolor de espalda es dolor de riñones. Indica
un estado de inflamación ó congestión de los rí
ñones, producido por un catarro, un esfuerzo vio
lento, ó tal vez por alguna otra causa trivial
£1 peligro está en que la congestión de los ri
ñones no se alivia por sí misma y
perturba de tal
modo el proceso de la filtración de la sangre por
los riñones que el ácido úrico y otros venenos se
acumulan en la sangre. Estos venenos deberían pasar en los orines, en lugar de ser llevados
por la sangre á todo el cuerpo, produciendo ecfermedades dolorosas y fatales.
La salud puede ser solamente recuperada devolviendo la salud á los ríñones. Esto sólo pue
de hacerse con una medicina para los riñones.
■— — —'

p—

Las Pildoras de Foster para los ríñones alivian y cicatrizan los tejidos de los
riñones enfermos, reabilítan a los ríñones para qas filtren la sangre, eliminan el
dolor de espalda, el desvanecimiento, afecciones urinarias 7 devuelven fuerza y
energía.

'y El señor Armando Constans, empleado eficial de Telégrafos del Estado, estacionado actualmente 4 y
nos escribe:
4 y en Santiago. Chile, "Estoy á üds. sinceramente agradecido por el grande beneficio que 4 y
\\ he derivado del uso de sus pildoras. En lugar de la debilidad y flojera que sentía para el trabajo «n- 4 y
4 y tes de someterme al tratamiento que tuvieron Uds. ia bondad de aconsejarme con sus Pildoras de Fos- 4 y
4 y ter para los riñones, me encuentro hoy en condición y espíritu de competir con el mas diestro de mis 4 y
4 y colegas en el servicio y para esto con solo tres pomos que llevo tomados de su excelente medicina. Mi 4 y
4 y servicio es nocturno y mientras que antes se me dificultaba desprenderme del aparato después de es- 4 )
4 y tar algún tiempo aplicado á él, por motivo de los penosos dolores de espalda y lomos que me ataca- 4 y
4 y ban, ya hoy no existe esta incomodidad. Sin ser más extenso, lo que antecede podrá dar á Uds. una 4 ¡
4 J idea del srran efecto aue han producido en mi caso sus famosas Pildoras de Foster para los ríñones." 4 y

LAS PILDORAS DE FOSTER


PARA LOS RÍÑONES

De venta en las boticas. Se enviara muestra gratis, franco porte, a quien la ao

licite. Foster McQellan Co., Buffalo, N. Y., E. U. de A.


El compadre Zacarías

Zacarías.—
Después de haber pasado tantas Zacarías.¡Pero qué es lo que veo! La Ve

ajitaclones, deseo descansar en este balnea nus de Milo!


rio. ¡Aquí no hay pacos! La señorita. Señor... —

Zacarías. Zacarías

Bello y Donoso, ser
vidor de usted. ¿Quiere usted ir charlando
un rato conmigo?

La señorita. ¿Realmente me parezco yo á



Zacarías.
¡Maravilloso! La pose de usted

doña Venus de Milo? es la de los


antiguos modelos. (Parece un
Zacarías. —

Seguramente. Usted podría ga arenque Confitado). Señor fotógrafo, puede


nar el primer premio en un concurso de .be usted dar fuego ...

lleza; pero creo que en este país de imbéciles


la estética no es comprendida. ¿Quiere usted
retratarse?

Fotógrafo. —

¡Ah! Te veo venir bribón! Es- Zacarías.


'.»*-""-«"»Me retracto


...j..*
±v.no.v,i.^, de mis
uc mía opiniones cu
uyiuiunco so
tafador. bre esta gente. Ellos saben perfectamente
Zacarías.— Sea yo calabaza 6 melón, mi sen distinguir á los hombres...
sibilidad me advierte que algo pasa en mi
individuo.
Maneras raras de morir
HACE años, un borracho fué arrojado de do más trágico y extraño que puede Imagi
una taberna por producir escándalo, y al narse. Había dejado á la criatura en la ca '

forcejear para volver á meterse en el es ma con la ventana de la habitación abierta


tablecimiento, cerraron la puerta y le cogie y una gallina, que al saltar fué á caer sobre
ron los dedos. el cuello del niño dormido, hizo suficiente
Diez minutos después recogían al beodo presión para ahogarle.
muerto en la calle. La autopsia demostró Recientemente han ocurrido dos acciden
que se habla ahogado con un troclto de pe tes mortales por consecuencia de las horqui
llejo que se le había adherido á la gargan llas y de los peinecillos. El primer caso
ta. Evidentemente, al sentir el dolor en el ocurrió en París. Al apearse del tren una
dedo herido, se lo había llevado á la boca señora cayó de cabeza y se le clavó en el
y se había atragantado con un trozo de pe cráneo un peinecillo de aluminio, producién
llejo desprendido de la parte lesionada. dole la muerte. El otro caso sucedió en
Una señora, profesora de música, acos Gothenburgo. Por haberse enganchado el
tumbraba á hacer ejercicio todas las maña vestido en las espuelas de un militar, una
nas con polea higiénica. Un día que
una señorita cayó al suelo pegándose fuertemen
estaba haciendo gimnasia, como de costum te en la cabeza, y á semejanza de lo acae
bre, se oyó un fuerte golpe, pero luego to cido en París, se clavó una horquilla metá
do quedó en silencio y nadie hizo caso, lica y falleció.
hasta que á la hora del desayuno echaron Los dientes postizos han sido causa, no
de menos á la profesora. Cuando entraron muy poco frecuente, de la muerte de sus
en su la "encontraron en el suelo
cuarto portadores; al ir á bañarse en una playa,
muerta, con de las cuerdas de la polea
una cierto caballero, se le vI6 tambalearse y
enrollada al cuello. Claramente se veía que caer. Cuando se acercaron á él tenía el ros
el desastre se debía á un accidente. Se le tro amoratado y estaba ahogándose, y antes
había enrollado la cuerda al cuello, y al tra de que pudieran auxiliarle, falleció. Des
tar de quitársela, se había escurrido y ma pués se descubrió que se había tragado el
terialmente se había ahorcado. paladar postizo, sin duda al tiritar por efec
Un peón caminero perdió á su hijo del mo to del fuerte frió y viento que soplaba.

**«»**>
********* *******************************

Combate todas las afecciones de k Anemia, Tisis, Debilidad


muscular y nerviosa á consecuencia de trabajos mentales,
dá fuerza y resistencia, ayuda la dijestión y se recomienda

por su composición especialmente á los convalescieotes y ancianos.

LOS MEJORES MÉDICOS LO RECETAN

ERNESTO T. EISELE. Casilla 345, Valparaíso, Depósito: Salvador Donoso 2


Teléfono Inglés número 984
Los grandes almacenes del mundo

SE (ncuentra de todo en los grandes de

pósitos de mercaderías de Londres. Gentes


de todas las razas, inclusas las salvajes del
África, de la Oceanía y de la América, son

clientes de los comerciantes ingleses que re

ciben sus mercaderías de los más diversos

puntos del globo, amontonándolas en sus

almacenes para volver á reexpedirlas á los


más apartados destinos.
Los principales entre estos depósitos son
los de Cutleer Street, los de Crutohed Friars
y los de Santa Catalina, que están en ma
nos de la "India Docks Company". Esta
compañía maneja ordinariamente varios mi
llones de libras esterlinas en mercaderías.
Las construcciones son muy sencillas: co

losales galpones con amplias galerías cubier


tas, rodeadas de altos alambrados y vigila
das por gran número de guardianes. Ca
rros enormes y no menos enormes furgo-
Un pasaje de Cutleer Street

ción, es cuidadosamente vigilado por los


empleados del gobierno hasta que h*yan si
do pagados estos derechos.
En los depósitos de Cutleer Street pueden
verse mercaderías de gran belleza. Hay allí
diecinueve inmensos galpones, mejor dicho,

Los almacenes de St. Katharine

ués se estacionan á todas horas en sus cer

canías. Una increíble variedad de tesoros


son almacenados allí en los galpones señala
dos por letras alfabéticas.
En primer lugar viene el té. Como este

producto debe pagar derechos de importa-


Entrada á las bodegas

"halls", llenos de espléndidos y costosos ta-


pices del Oriente. El Japón ha tratado de
suplantarlos con sus tapicerías de yute y
de algodón, pero hasta ahora sin gran re
sultado, pues és evidente su inferioridad
en cuanto al tejido y á los colores. Des
pués de estes, vienen los tapices y alfom
bras de la India, que presentan una hermo
sa diversidad de sedas y algodón, pero que
no pueden compararse con los de Turquí" .

Las plumas y adornos de pájaros g\is\ i


siempre á las damas, sean éstas de Pa ¡i,

Kxposieion de vainilla de Buenos Aires ó de Nueva York. Cada dos


LOS GRANDES ALMACENES DEL MUXD(.

riedades de aves del paraíso, de pavos rea

I3fi|| W&$0^-ñ '>¿¿Jr~ les y una inmensa cantidad de loros.


Las plumas de avestruz se cuidan en gran

g^s^--; "*&
* '
-
/ ■*?£" jas "ad hoc" eñ el África del Sud.
Se ha hecho una guerra encarnizada á las

llllfi "aigrettes" provenientes del Brasil, de la


India, de la China y de la América meridio
nal. Esas plumas dícese que se obtienen so
lamente en la época en que el pájaro hace
su nido, porque entonces es cuando el ma

cho las tiene más bellas. Las mayores va

sn riedades se venden de 18 á 43 francos los

Porcelana y curiosidades orientales

meses se verifican en Londres grandes ven

tas á las que concurren comerciantes de las


principales capitales de ambos mundos. Vén-
se allí grandes cajas de plumas de garzas,

de gansos de Nueva Guinea, 20 ó 30 va

Cigarros
100 gramos; las más finas, de 62 á 187, ó
sea, dos veces su peso en oro.

Este mercado de plumas goza de tan

grande reputación en el mundo, que las


personas más distinguidas no dejan de vi
sitarle. En el libro de los visitantes se en

cuentran los nombres Alejan de la reina


dra, de Earl Dudley, gobernador general de
Australia, de Sarah Bernhardt, de los re
yes de España, Suecia y Portugal, del em

Hornos para la seda perador de Alemania, etc.

LA VIOLETA

Entre las flores y la violeta

de un prado hermoso, se marchitó . . .

una violeta Y al verla entone f-^

pura nació. me dije triste:


Tierno rocío ¡Ay! cuántas veces,
cubrió su cáliz loco de amor,

y el aura riendo Así se sueña


besó su flor... y así se mueren

Muy pronto vino las ilusiones


U la obscura tarde, del corazón! . . .

Alfrfdo L. de la BARRA S.
Ahijado cariñoso

^^L^^BBfcjj '..'"_
^w^:~¿^KLmm' "^W

V n^ Hlí
i

Al

Pasemos á casa, tu ahijado quiere verte —

¿Ves al chico? Mira qué bonito está. Pa


y además debo presentarte una niñera her rece que quiere jugar con tu reloj.
mosísima. —

¡Caramba!

No puedo .


Vamos á ver si puedes.

—Lo pescó. Fíjate, hombre. Mira qué mu- ¡Cuidado que es de oro!

chacho más entendido. Quiere comerse la —Déjalo. Es cosa muy linda.


hora.
¡Qué puños
ja... ja... ja... tiene el chiquillo!

lili /j»

*>aJ
^im
ÁU
"\^7
.

mX* Wñm. *|p5?í?


/j£U<s¿|
*r}>

•mS^-

¡Plaf! me lo reventó!
Decididamente,

este ahijadito es muy gra


¿Has visto qué chiquillo más diablo y


.

cioso. Hace días casi me deja tuerto, ahora,


más Inteligente? ¡Es una alhaja! felizmente, me ha dejado sin reloj!
poesms
EN EL DIA DE LOS MUERTOS AMOROSA
i Para til
Sobre cada corazón Ulres grata, eres hermosa
cual la rosa
que hoy llora alguna quimera, primorosa
pasa el sol de primavera que se ostenta el pensil ;
en

cantando resurrección. . .
eres pura como el
lirio...
Por eso, en la evocación eres aura lisonjera !
Linda y dulce mensajera...
de los difuntos amores, ¡ compadécete de mí !
brindando á nuestros dolores Que mi voz, mi triste acento.
sus cariñosos regazos, mi lamento,
como el viento,
eada árbol abre sus brazos
presuroso llegue á tí ;
como una gran cruz de flores! . . .
y allí en tu alma deposite
mis anhelos, y te diga :
Y en la Tierra del Olvido, "¡Oh, querida y bella amiga:
á impulsos de un santo acuerdo. compadécete de mí !"
Yo tan sólo, niña, vivo
en los brazos del recuerdo
pensativo,
las tumbas han florecido . . . cual cautivo,
acordándome de tí ;
¿Por qué la flor ha caído
porque tú eres esa diva
sobre el sepulcro desierto?... que forjó mi fantasía...
¡Quizás su cáliz abierto ; Oh, preciosa dueña mía :

se fecundó sin cultivo compadécete de mí ! . . .

con las lágrimas de un vivo


Julio KLOQUES CAMPOS
ó con los huesos de un muerto! !

¡Honda ley no comprendida TU VENTANA


que forma, por rara suerte,
Frente á tu ventana la ventana mía
de crepúsculos de muerte
tu ventana llena de lirios y flores,
amaneceres de vida! . . .
mi ventana llena de melancolía,
¡Materia!... Fuerza escondida mi ventana llena de muchos dolores.
que al fin con la nada empalma, Ella era tan rubia como la alborada.
¡quién sabe, ya que en la calma ella muy hermosa, llena de belleza,
era luz de fuego su dulce mirada,
fraguas tus grandes delirios, yo era lo contrario, yo era la tristeza
.

si con perfumes de lirios Cuando la mañana bella aparecía,


tejes los sueños del alma! ! yo de mi ventana iba á contemplar
una cabellera que resplandecía
Y allá, en el hondo capuz rubia cual la espuma de la hirvlente mar. . .

donde la Ciencia no alcanza, Cuando el sol dorado daba en su ventana.


desde la ventana otro sol salla,
como un grito de esperanza era su cabeza, bella flor lozana,
abrt sus Cruz.
brazos la ese sol de gloria, dicha y alegría.'
De su negror luz
surge Cuántas dulces horas lo pasé extasiado
que al descreimiento aterra, desde mi ventana viéndola regar
su jardín de lirios, blancos, perfumados,
y en cada tumba que encierra
cuántas veces dije te quisiera amar.
algún recuerdo bendito,
Cuántas veces dije con mis tristes ojos
¡es un girón de infinito lo que yo te amaba, lo que te quería,
tendido sobre la tierra! ! . . .
y en tus labios puros, candidos y rojos,
floreció una risa clara de alegría.
Ignacio VERDUGO CAVADA Al caer el velo dulce de la noche
cuando todo queda en silencio y calma.
cuando en su ventana cierra el blanco broche
OJOS NEGROS ¡ay! nace la pena en mi pobre alma.

Cuando silenciosas nacen las estrellas,


Las aves despertaron en mi bosque cuando á su ventana sale ella graciosa,
y las flores abrieron en mi huerto, más que las del cielo, veo yo dos bellas.
porque la lumbre de tus negros ojos dos bellas estrellas grandes y brillosas;
fué el alba sobre ellos.
Son esas pupilas, rayos matadores,
Hoy huérfanos de cantos y de aromas llardos de dulzura, flechas de alegría
tengo el bosque y el huerto.
que traen al alma todos sus
amores.
porque las aves y las flores, locas,
que borran del alma la melancolía.
todo lo dieron á tus ojos negros.
Carlos BARELLA
B. VALLENILLA LANZ

UN VERDADERO TESORO PARA EL CÍTIS ES

LA CREMA DEL HAREM


imperfeccionen del cutis, asi romo
Quita I»" pecas, manchas, grano* y demás

efectos perjudiciales del sol j aire.


preserva el rostro de los
CORRE-VUELA
REVISTA LITERARIA, QUMORISTICfl E ILUSTR3DB
OFICINA: Teatinos, 666 • • • CAS'IU. 201? • • • TELEFONO INGLES: 780
Editores propietarios: Empresa "Zig-Zag"

AÑO II Santiago, 10 de Noviembbe de 1909 Num. 98

LA TRONCHA DE DON EMILIO

Pensando en todo el provecho Hoy angustiado, ¡Dios mío!


a que tenía derecho me las llevo de vacío;
por el concurso elevado porque tras mucha insistencia,
de Figueroa y Salinas, después de trabajar mucho,
vine al reparto anunciado sólo obtuve... una Intendencia
con catorce golondrinas. que me cabe en un cartucho!
Charlas de la Semana
Jp?
CUANDO el distinguido diplomático, ora
mo á quien sentencia mal calculada
una
dor, estadista y hombre público, señor Joa había dejado la calle.
en
quín Walker Martínez, obtuvo los votos de
Luego después, en la Comisión Mista, al
Santiago para la senaduría que actualmen tratarse del ítem de 40,000 pesos destina
te desempeña con luminoso brillo, todo el
dos al pago de los nuevos coches de go
mundo, desde la quebrada de Camarones
bierno, observó que estos debían ser paga
hasta los arrecifes de Qulnchao, se dijo:
dos por los ministros que acordaron esa

Este gran ciudadano tiene un plan, una
compra, en virtud de aquel versículo del
plataforma, como dicen los ingleses, lo ha Corán que dice: "El que quiebra paga". El
concebido durante su menor edad, lo acari
ció en Chile y
golpe iba destinado al señor Charme, y cayó
lo ha madurado en Norte sobre él como un culatazo.
América. Debe ser un plan majestuoso y Al oir esto, el honorable senador por Col-
formidable.
Y
chagua sintió frío en el dorso; sin embargo,
desde entonces, todos, hombres, seño pudo decir con voz tenue:
ras y niños, casados y solteros, gordos y —
Yo no tengo inconveniente, si mis co
flacos, hemos permanecido observando al se
legas de ese entonces se cuadran como es
ñor Walker esperando el desarrollo de
y debido.
su plan, de magnifico plan. Al efecto
su
Tal vez si la indicación hubiera proveni
nos informábamos de su salud, de sus sue do de otro que no hubiera sido el señor
ños, de sus acciones íntimas, buscando Walker, el señor Charme habría dicho con
siempre un jesto, un relámpago de sus firmeza:
ojos, un movimiento furtivo cualquiera que —
Bueno. ¡Yo lo paga todo!
nos insinuara la idea de su plan...
A pesar de esto, el señor Charme ha que
Hemos aguardado tres años con el oído
dado un tanto intrigado por lo sucedido y
puesto en dirección al señor Walker, con
á cada rato, cuando algún extraño se le
acerca en la calle,, cree adivinar en él al
cobrador de los coches que le llega con la
cuenta.
Recientemente en su fundo, se le acercó
uno de sus mozos para decirle:

Señor, ahí están los coches...


¿Los coches?

'Sí, señor, esos tres que su mercé en

cargó.

¡Barástolis! ¿Entonces esos bárbaros, en


vez de llevarlos á la Moneda, me los han
traido á la hacienda?

Dicen que su mercé encargó que se los
trajeran pa cá.

Ni se me ha ocurrido. ¿Qué hago aquí
con tanto coche? Pero, ¿son bonitos?

'Bienbonitos, patrón.

¿Elegantes?

Tal vez.

Deben tener más de un año.

Que menos. Pero dónde vamos á meter


estos aparatos.

Si quiere su mercé, los matamos ahora
la vista clavada en el camino del procer y mismo.
parece que al fin hemos descubierto algu

¡Matarlos!
nas líneas y perfiles de aquella famosa pla

Como no, pues, iñor, vienen gorditos y
taforma. en su punto. De aquí puee verlos su mercé

Es soberbia. Consiste en acordar que to Don Eduardo miró y vio allí cerca tres
dos los legisladores, ministros y gobernan hermosos chanchos que le arrancaron una
tes sean responsables de las consecuencias sonrisa y un suspiro de alivio.
de sus actos y de sus leyes, no sólo moral-

¡Vamos, dijo, este don Joaquín con sus


mente, sino tamfbién en forma pecuniaria y planes ro« está uniendo perder los es
efectiva. Al respecto, una vez en el Senado tribos!
refirió el caso de un ministro de corte que
de su propio peculio indemnizó á un próji CUQT'IN

# # #
r*mfy ~.jmyi r*^i
VOLVIÓ A LAS MISMAS

Don Juan Luís fué á Europa con un propósito solemne. Fué & enflaquecer. Compren
día que la banda requería un cuerpo delicado, esoelto. En efecto, sometido & un régimen
extrlcto, volvió flaco. La banda le quedaba perfectamente.

Pero una vez en la tierra natal, se despertaron los recuerdos gastronómicos dormidos
ante la voz poderosa de las empanadas y de las golosinas nacionales y hoy ha vuelto
a ser tan gordo como antes. Ahora la banda le queda estrecha.

**************************<*

■^
* * * * ** * * *

HJS6CD0CHS *********

Un novio Papá, respondió el estudiante sin tur


barse: cuando yo logro comer bien, tengo


El día antes de casarse paseaba un novio por costumbre acostarme sin cenar.
muy cabizbajo y silencioso por la sala don Y cuentan las crónicas que al
papá le
de estaba su futura suegra. Sorprendida pareció muy aguda esta contestación del
ésta al ver su extraña misantropía en ta estudiante, fundada en sus prácticas ni-ce-
les momentos, le preguntó varias veces: nas, pero halló preferible la costumbre
—¿Qué tiene usted, Manolito? española de comer y cenar.
El novio respondía siempre con despego:
¡Nada, señora, nada!

Pocos días después, al ver que el joven


elegante no había traído al matrimonio
más que trampas, la suegra principió á re Dos niños se encontraron una nuez al
convenirle con gran furia. pie de magnífico árbol que había á la
un

Usted es un bribón.

entrada de su pueblo. "Es mía, dijo Ig

Señora, usted, por lo visto, aún no me


nacio, yo la he visto primero". "Nó, se —

conoce bien. ñor, me pertenece, dijo Bernardo, yo la he


Un pobretón.

cogido". Y sobre esto empezó entre ellos


La pobreza no es deshonra.

una riña.
Un embustero, que nos ha engañado

Vamos, yo os avendré y haré justicia,


suponiéndose rico. dijo un tercero,
que pasaba justamente
Poco á poco: ya se lo dije á usted an

por allí. Se colocó en medio de los dos, par
tes de casarme. Cuando la víspera me pre tió la nuez y les dijo: "Esta media cas

guntó usted varias veces y con curiosidad cara para el primero que vio la nuez; la
qué tenía, siempre le dije á usted franca otra media para el que la cogió: en cuanto
mente: ¡nada, señora, nada! al resto, me lo comeré en justa recompen
sa de mi sentencia.
Si tienes afición á pleitear, acuérdate del
cuento de la nuez.
Un señor muy charlatán y embustero
tenía un criado al cual hacía que apoyase ¿t
todas sus mentiras. Quejóse el criado de
los compromisos en que se veía, y el amo
Trataba un gitano de transpasar el domi
para contentarle hubo de hacerle unos pan
talones. Al día siguiente de estrenarlos nio de un burro viejo á poder de un pobre
echó su amo una mentira descomunal. El labriego. Repugnábale éste, porque el ani
criado se puso á temblar. El amo le guiñó mal era muy viejo, y el gitano, que á to

el ojo, diciendo al mismo tiempo: do bailaba salida, le decía:


Allí está Perico que lo vio.

Mire osté, mi amo, con eso le dará

El criado, sin contestar, principió á qui buenos consejos.


diciendo al mismo No estaba el labriego para consejos de
tarse les pantalones,
burro. El gitano á pesar de esto insistió
tiempo:
no cuela, aunque me en que el burro tenía mucho talento, y en

Lo que es esa

quede sin calzones. prueba de ello añadió que sabía leer.


El auditorio se resistía á creerlo; mas el
gitano, para hacer la prueba, pidió un pe
riódico y lo acercó á la cabeza del burro.
Unestudiante, con más ingenio que di Como es de suponer, éste principió á ol

nero, trataba de casarse con una señorita fatearlo, y nada más. Los espectadores
bastante rica. Al ir á extender las capitula principiaron á decir:
Pero hombre, ¿cuándo comienza á
ciones matrimoniales, después de enume

leer?
rar el suegro los bienes dótales de su hija,
dirigió al yerno aspirante, diciéndole:
El gitano. —
Ya está leyendo.
se
Pues nadie lo oye.
Caballero, ya ve usted que mi hija

El aitano. Es que lee en voz baja y


lleva qué comer: veamos si usted trae qué

cenar. para sí.


El espanta-moscas

-Gracias á este espanta-moscas viviente, voy á poder leer tranquilamente mi diario.

Efectivamente.

}
J*
"

i: *...•** 1

Pero. . .

Al último me salió peor el remedio que la enfermedad!


Gallina con pollos
Más años hace que en el pueblo de rizar
. . .

al hermano sacristán para que ad


X rebullía la gente ocupada, desocupada ministre el sacramento de la
penitencia.
y por ocuparse con motivo de unas famo —

Pero, padre, eso es muy serio, y el


sísimas misiones que unos santos frailes pobre hermano
sacristán, verdaderamente,
allí daban. Todo el mundo invadía la pe no tiene dedos
para organista.
queña iglesia del mentado pueblo, desaojo —

Pues no hay otro remedio; usted lo


de componer su vida y arreglarse á pueblo verá.
por medio de una buena confesión. Los Al otro día la
gente acudió en mayor
misioneros eran sólo tres frailes francisca número al templo y nuestros tres
misione
nos que llevaban de compañía un mocho ros no daban abasto.
El padre provincial
socarrón para los menesteres de
sacristía, se decidió
por seguir el consejo del
como ser limosnas y otros emolumentos.
padre
Palominos. Llamó al efecto al
hermano en
Tantas almas dispuestas á morigerarse y
cuestión.
tan pocos soldados de Cristo era cosa
que —

Hermano, le dijo, como usted


al padre provincial traía ve, la
en retortero, pues gente es mucha y los frailes
la pocos, de ma
mayor parte de los días se quedaban nera que le voy á dar á usted
permiso
para
muchos por decir los pecados, y aquello que confiese y así creo que
era
alcanzaremos á
grave. ¡Vaya que lo era!
. .
dar santo fin á esta
misión.
—¿Qué hacemos? decía el provincial al Vuestra Reverencia dirá lo

que ten
padre Palominos. go hacer, contestó el hermano, disi
que

Y lo peor de todo, respondía éste, es mulando apenas el orgullo le que produ
que al fin de la misión se quedarán mu cía la distinción.
chos sin recibir los sacramentos. Se

va usted á mi celda, toma mis há

Ya lo veo, y si usted, que siempre bitos, se cuela en el
confesonario y cuan
do se le presente alguna duda me
viene
á avisar y santas
pascuas.
Está bien, contestó el
hermano, y ha
ciendo una reverencia se fué á cumplir su
cometido.
Fuese, vistióse y con paso mesurado,
continente autoritario y faz
grave, atrave
só la iglesia y metióse en un confesona
rio.
El hermano sacristán sabía de confe
sión, de manera que al primer penitente
que se le presentó interrogólo en seguida:

¿Qué pecados tiene?


El penitente, que era un huaso de ama
rras, con voz compungida dijo:

Acusóme paire que hei robao una ga


llina.

¿Nada más?
!-—*¿(sbs»

Sí, paire, espérese, que me hei robao


otra gallina.

Bueno, hombre. Ya van dos.


me ha sacado de apuros, no me ilumina —
Y. . .
y. . . me robé tamién una galli
en este trance, nos tendremos que ir sin na con pollos.
santificar á tanto pobrecito como hay. —

-¡Pero, hijo mío, has cometido tres


¡Padre, se me ocurre una idea! robos!


Diga usted, exclamó el provincial —

Nó, paire, si me las robé de una tl-

emocionado. i'áa toítas.



Pues no hay más recurso que auto Aquí el hermano aconseja al penitente
GALLINA CON POLLOS

no sabía qué no sacristán y hacía tiritar al pobre pe


y le afea sus pecados; pero
le daría á aquel ladrón de ga nitente que, ante aquella demora, supo
penitencia
llinas. I aquí fué el pensar y cavilar del nía que algo gordo iba á pasar.
hermano sacristán. Optó al fin por ir á to Vamos al provincial. Y á true
padre
mar consejo del padre provincial. El di que de salir cuenta, dejó al peni
con la

cho padre estaba también en confesona- tente allí acurrucado, con grande escán

' ~ '
:!:'■ :

¥■*

-^SSs»^

rio, de manera que mucho le costó al lego


exponerle su duda.

Se ha robado tres gallinas y una de
ellas', con pollos.

Pu s déle usted cinco Padrenuestros
y tres Avemarias.

Así lo hizo nuestro confesor de fres
ca data y esperó otro penitente.
A poco acercó otro y empezó su con
se
dalo de la concurrencia que por lo bajo cu
fesión. rExtraña coincidencia! El segun chicheaba sobre si estaría enfermo Su Re
do penitente padecía del mismo achaque
verencia.
que elprimero. Había robado gallinas, pe El estaba
provincial ocupadísimo con
ro sólo dos y ninguna pollos. con
cierto ricacho del lugar que también allí
Aquí fueron los amarillos aprietos del venía á desembuchar sus culpas.
flamante confesor. El hermano sacristán sudaba.

Dígame, hermano, insistía el sacris Volvióse mustio al confesonario. Allí es


tán, ¿no se acuerda usted de haberse ro

bado además
peraba el reo la sentencia. El hermano sa
una gallina con pollos? cristán echó sus cuentas allá entre sí y

Nó, padrecito, contestaba el penitente. salió del paso con más sabiduría que Sa
¡Vaya si son apuros esos para un con lomón. ¿A que ustedes nó aciertan cuál fué
fesor! Nunca había sospechado que en la
aquel sapientísimo expediente?
aritmética existieran las reglas proporcio Pues, muy sencillo.
nales, ni sabía más de números que lo po Mire, hermano, díjole al

reo, vayase
co que tenía que discurrir sobre la suma por ahí y trate de robarse una gallina con
de limosnas y misas de difunto. El pro pollos y reza en seguida cinco Padrenues
blema estaba planteado. Si al que robó dos tros y tres Avemarias.
gallinas sin pollos y otra con ellos se le Y muy satisfecho de la aplicación prác
dieron cinco Padrenuestros y tres Avema tica de conocimientos teológicos,
sus echó
rias, al que robó dos gallinas sin pollos le la bendición y. vamos al otro.
. .

¿qué penitencia se le daría? Cuenta era es ¿Y dirán que son ignorantes los mochos
ta que retorcijaba las mientes del herma- de San Francisco?

* ** tftf
DUELO A MUER!


basemos al Senado, donde hoy, amigo mío,
-¡ntrebravos campeones se libra un duelo á muerte:
úazcano, el orador, y el sabio, don Darío,
■tos grandes adalides aue saben negar fuerte.

Este en seguida habló y habló con tal fervor,


con tanta fuerza y rabia, con tan robusto brío.
que á poco derrotado, transido de terror,
caía al suelo exánime el' pobre don Darío.
E EN EL SENADO

Hablaba den Darío con voz grave y potente,


deteniéndose apenas, sólo de cuando en cuando,
y habló, y habló y habló, habló constan emente
hasta dejar absorte al pobre don Fernando.

Después el presidente, lloroso conmovido,


y
con gloriosa medalla condecoró al triunfante,
mientras á una botica llevaban al vencido
en un estado grave, tal vez desesperante.
P EL VÓRTICE DE UN CICLÓN

EL ESPECTÁCULO MAS ESPANTOSO DEL MUNDO


UN notable escritor que se ha encontrado eni dispuesta,y disparó, al mismo tiempo que sien
el vórtice de un ciclón, Mr. William Hodgson, to mi cerebro martilleado por mil sonidos y por
refiere sus sensaciones en un artículo reciente mil ecos extraños, que parecen llegar de todas
y el cuadro que traza recuerda lasdescripcio partes y que se destacan brutalmente sobre el
nes de Virgilio y de Víctor Hugo. Hé aquí fondo de aullidos del ciclón. Son estruendos
sus palabras que, según dice, no dan sino una ásperos unas veces, agudos otras, como de co
Idea muy débil de la realidad: sas que se desgarran y todos producidos por
"Imaginaos un estruendo tan grande comoi el mar, cuyas olas luchan unas contra otras
el del mayor trueno que hayáis oido ; suponed ó baten los costados del barco.
luego que este fragor dura horas y horas sin "Y cuando yo, sin noción del tiempo, que
Intermisión, y mezclad con él una nota ronca, quizás fuera sólo de segundos, me sentía enlo
amenazadora y terrible, y otra que parece un quecido por aquellas impresiones, el fogonazo
chillido, y que de vez en cuando se enlaza del capitán me ciega un momento, y cuando
con ella y alcanza tonos tan agudos que lasti recobro la vista el mar piramidal se precipita
man los oídos. Con esos estruendos y con esas sobre nosotros, ofreciendo un espectáculo que
notas se puede imaginar algo de lo que es jamás se olvida, propio más para muertos que
el paso de un ciclón en alta mar". para vivos, un mar tal como jamás hubiera
La fuerza del viento era tal, obligaba
que podido imaginarlo, hirviente, trepador, agitán
violentamente á abrir la boca, y cuando
Hodg dose en olas monstruosas más grandes que altas
son volvía la cara al aire, no podía casi respirar. casas y coronadas de espumas tan inmensas
Las olas subían á más de 25 metros y avan como las nieves de las montañas. De repente,
zaban como grandes montes movedizos. Se acer un estruendo colosal rasga mis oídos. Uno *de
caba el peligro inminente de que el vórtice del aquellos montes voladores de agua ha roto con

ciclón cogiera al barco. El capitán tenía en la tra el barco y, durante algunos instantes, ten
mano una pistola cargada de magnesio, á fin go la angustiosa sensación de que nos estamos
de que al dispararla el fogonazo sirviera de hundiendo. Después, el agua desaparece del
señal á la tripulación para hacer la maniobra barco y me encuentro agarrado á la barandilla
necesaria y tratar de salvar al buque sacándolo del puente .

del vórtice. No había otra manera de dar la "Una y otra vez los montes de agua sacuden
orden, tan ensordecedor era el ruido, y tan al barco : diríase que se levantan en torno suyo
densa la obscuridad. por todos lados inmensas é hlrvlentes pirámides
"Pasó período de tiempo cuya duración
un de agua salada que producen un estruendo en
fué imposible precisar, sigue diciendo Mr. Hodg sordecedor, y lanzan de un lado á otro el buque,
son, un período de estruendo y de humedad sacudiéndolo é inundándolo.
y de letargo. Luego, de repente, un tremendo . "A veces, la embarcación parece sumergida

rayo ilumina las nubes y parece rasgar el cielo. en el caos de agua que pasa sobre ella catara-
Le sigue otro más espantoso todavía. Despuési tas espumantes Cada momento parece
. el
una serie de ellos, tan inmediatos unos á otros, último de nuestra vida. Y todo aquel cuadro

que casi se confunden. El viento cesa, y en infernal se desarrolla en medio de una obscu
medio de un horrible, contranatural,
silencio ridad impenetrable, salvo cuando algún re
oigo la voz del capitán que grita : lámpago ilumina la hirviente caldera de 60

¡ El vórtice ! . . .
¡ Listos ! . . .
¡ Vivos ! kilómetros en contorno, en cuyo centro nos

"Apuntó con la cámara fotográfica que tenía encontramos".


E. J.

IDEAL....

¡Yo te adoro, mujer! Siempre al mirarte, Es tu amor para mí, como á las flores

me extasío en tu espléndida hermosura, rocío que a la vista las mantiene,


y mi labio murmura y otra mujer no tiene
tu dulce nombre con ardiente amor! tanto atractivo a mi pasión ideal.

Mil ensueños de triunfos y placeres Y entusiasmado, por mi bien deseo

á la mente se agolpan y confunden, conducirte triunfante al pié del ara;

al corazón infunden que si la vida es cara,


y
un infinito y especial ardor. tendré la salvación en tu caudal! . . .

Miqukl LUIS NAVAS


km Concurso de Chistes mu

Un soldadillo pregona la venta de un

sable.
Alguien lo interroga:

¿Cuánto pid.s por él?


Cien pesos.
—¿Que es de oro?
Nó, es de mi teniente Rojas.

En un examen de leyes:
Examinador. —

¿Qué es libertad?
Alumno. —
Libertad, es la herencia del
bravo.
Examinador. —
Y su divisa es vencer ó mo

rir: tres negras.



M. Solar.

Un chino cuya vida estaba asegurada en

una fuerte suma se cayó de una cartera,


quedando herido gravemente. Un amigo de
la víctima telegrafió á la compañía de se
Doctor. —

¿Qué tal vamos? guros, diciendo: "Hong-Wang-Li medio


"

Enferma. —
Mucho mejor, ya no me duele muerto. Mande la mitad del dinero".
la cabeza ni el estómago, duermo mejor, re

cobró el ánimo, el apetito...


Doctor ( Distraido, interrupiéndola ) .

¡Bueno, 'bueno, bueno! Voy á recetarle á


~-

usted algo qre haga desaparea tojas esas

perturbaciones. . .

A un caballero que está de visita en una


casa, la hijita de la señora se le sube á
las rodillas y le pregunta:
—¿Qué es usted?

Yo soy austríaco. .

¿Y cómo mi mamá dice que usted es

un sinvergüenza?

Ernesto llama al doctor y le pregunta


ansiosamente :

¿Qué medicina podríamos prepararle á


mi tío que acaba de tomar una gran can En un baile:
tidad de arsénico? Dueña de casa. —

¿Recuerda usted", estima


Creo que lo único que ser,ía convenien

do ministro, aquel tiempo en que usted pi

te prepararle por ahora es la sepultura, res dió mi mano y yo lo rechacé?


pondió el médico. Ministro. —

¡Oh. señora! es usted muy

amable al recordarme tan oportunamente el


* día más feliz de mi vida.
EL LORO DE GUIDO

ME imagino, con la unción de las esce jos y los pocos guerreros que restaban de
nas en que asoman las imágenes de la vie la gran jornada!
ja patria, la mesa de los en aquel entonces La vida de sacrificio, las costumbres
jóvenes Guido, aún la leonina melena del austeras, la libertad conquistada á sabla
poeta no era blanca, presidida por el "vie zos, la república deseada, la soñada demo
jo Guido", ilustre guerrero de la inde cracia, eran asuntos considerados allí des

pendencia, en quien el general San Mar de la altura en que pueden examinarlos


tín depositara no poco de su confianza. quienes han dado á su tierra cuanto po
Allí se recordaban grandes anécdotas, ho dían darle, que nada esperan de ella, y es
ras de angustia, cuadros de batallas, en los cuchados con el respeto de quienes ha de

que ocupaba el Libertador el primer tér consagrar el porvenir como á dignos hijos
mino, sirviendo de fondo las cargas bri de esos hombres.

llantes de aquellos granaderos de molde Era comensal inadvertido de las sobre

único; y como era en épocas en que los mesas, cliente de las migajas y de cautelo

sentimientos elevados, el patriotismo, la sas caricias un loro hablador, traído del


honradez, el respeto hacia la vida ajena y Paraguay, que durante la cena penetraba in
otras no pocas condiciones indispensables variablemente en el comedor, y al que nin

para la buena marcha de los pueblos an guna atención se le prestaba, seguramente,


daban más abajo del ras de suelo, de so cuando el ilustre padre tenía la palabra.

En tales circunstancias, nuestro loro

compartía la indiferencia de los hombrea


con su f;el camarada, el gato negro de la

casa. ¿Qué mejor compañero? El distinto


régimen alimenticio no establecía compe

tencia alguna, no despertaba rencor algu


no en las pequeñas luchas de la vida, re

sultando por lo tanto que aquella amistad


era, tanto para el loro como para el gato,
sincera y entrañable.

Sucedió que un día, habiendo cometido


el gato negro un error de lugar, fué lle
vado á la sala, se le restregaron las na

rices contra el suelo y tal soba le fué su

ministrada, que molido y apurado escapó


del aprieto huyendo de la casa para no

volver más. Durante la terrible lección, el

loro trató en vano de defenderlo gritando

complacía como un desaforado, aleteando, acome


bremesa, el viejo patriota se en

que el ho tiendo á la criada que castigaba al amigo,


echar de. menos aquellos años en

la vida eran nada comparados con hasta que, viendo la inutilidad de sus es
gar y

á la que se daban sin la menor fuerzos, optó por desaparecer de aquel


la patria,
á su juicio había sido ul
vacilación. hogar en que
fué tiempo perdido el que se
¡Cuan gratas divagaciones las de aque trajado, y

íntimas en la rueda de los hi empleó en buscarlo, pues que en parte al-


llas pláticas
EL LORO DE GUIDO

algo movía en la boca de uno de


guna dieron con él. La dignidad del loro que se

quedó asi satisfecha y el buen nombre de los albañales.

le hombre! ¡Vean dónde había


camarada con todos los honores que

¡Pero,
estado el loro! ¡Con razón no lo encon
correspondían.
í Fué buscado bajo los muebles, en la traban!

huerta, en les techos, se escudriñaron pro- —

¡Pedrito, vení! ¡Vení, Pedrito!

El loro salió. Durante la es

tadía en su elegido refugio,


debió de librar más de un com

bate con gatos y ratones, pues


había perdido un ojo, renguea
ba, arrastraba una ala y del

plumaje no se diga, que estaba


el animal hecho un adefesio.

¡Vení, vení Pedrito!


Descalabrado, pero no por esto sin la

apropiada majestad, avanzó hacia el gru

po que rodeaba al procer y mirando á to-l

dos fieramente con el único ojo que le

quedaba, se echó hacia atrás cuanto pudo,

\í alzó como bandera de sus creencias el ala

sana y batiéndola gritó á los circunstantes : '.


¡Viva la libertad! ¡Viva la democra


lijamente todos los rincones, todo, inútil
El había ido. cia! ¡Viva la fraternidad!
mente. parlanchín se

Nadie se acordaba ya del tal pajarraco, Después, hizo un gesto despreciativo, y

tranquila, majestuosa, gravemente, salió


cuando hete aquí que una tarde, toman-

á la calle por la ancha puerta.


el fresco en el gran patio, vio el general
E. A. HOLMBERG (hijo)

:i-

LA ESPERANZA
misteriosa más cariñosa que el beso
Hay una voz
de una madre á quien separan
que sólo comprende el alma,
voz del cielo que consuela Del hijo que, en su regazo,
al corazón que desmaya: vertió las primeras lágrimas;
Onda pura que la vista y aún más suave que el murmullo
al extenderse dilata, de las matutinas auras
formando prismas preciosos Al mecer los verdes ramos
que nunca, nunca se acaban.
de la selva perfumada:
Voz más dulce que el arrullo esta voz, que es voz del cielo,
de las tórtolas que se aman. es la voz de la Esperanza.

O F. GRANADO G.
fcas últimas cawetfas del Hipódromo Chile

Fulvia, ganador de la 3.a carrera Pirouette llegando á la meta, 6.a carrera

Pellín llegando á la meta, 4.a carrera Pellín, ganador de la 4.a carrera

Pirouette, ganador de la 5.a carrera Fulvia llegando á la meta, 3.a carrera


EJERCICIO GENERA!, DE BOMBAS

"■fe* l"*?*

»'»&

*&*
'

'

(r B**i 4 'i ,


'
ate" \Í*!¡V'-.
*. *j-

~«o^.V*> ^*r*;;"
- '-

•'
tf
3HÉ
w
-
V . W. T * ai. ..
*

•?

.*!
f¡ ,,

^'
^ ]YiiS6eLHjsreH ^
l.«.s en cantadores de escopetas guro de su -papel cuantas más veces lo
Entre los hace, se equivocan. Cuando se representa
singaleses gozan de gran pre
muchos días seguidos la misma obra, en al
ponderancia ciertos individuos que se di
gunos actores se observa un fenómeno cu
cen "encantadores de escopetas'', y que ase
rioso. Al llegar a ci rta representación, á
guran que un arma de fuego puede encan
la centésima por ejemplo, empiezan á ol
tarse de diversas maneras y por diferentes
medios. vidarse de lo que antes sabían perfectamen

Una
te. Es un efecto de r, acción intelectual,
parte esencial de estos procedimien
tos parece que consiste
debido tal vez á la excesiva confianza de
en murmurar ciertas
la memoria en sí misma. El día en que el
fórmulas.
Una escopeta puede fenómeno se presenta, y siempre lo hace
encantarse, según los
de improvise, el actor se vera perdido si
que tienen esta facultad, de cuatro modos
á fin de que hiera y mate al animal alcan
no estuviese allí el apuntador para recor

darle lo olvidado.
zado; que el que lleve el arma no cace na

da de valor; que el cazador mate aves y no +


cuadrúpedos, ó que las balas alcancen á los
animales que andan
Kuego antiquísimo
y no toquen á los que
vuelan .
En el Indostán se mantienen todavía sin
Ninguna escopeta puede ser encantada si apagar algunos de los fuegos sagrados que
su dueño tiene la precaución de frotar e' fueron encendidos hace 12 siglos en con

cañón con sebo de cerdo ó si se envuelve memoración del viaje de los Parsis. cuando
la caja del arma de modo que no se vea, emigraron de Persia a la India.
con un trozo de
piel del ofidio llamado en
*
el país serpiente-rata.

Diamantes
*
Una peculiaridad peo conocida de los dia

Apuntadores sin concha mantes es la frecuencia con que se disgre


gan espontáneamente al ser expuestos brus
En París, muchos teatros están supri
camente al aire después de su extracción
miendo el apuntador, ó mejor dicho, su con
de la mina. Este fenómeno se observa más
cha y su agujero. Sarán Bernhardt ha sido
á menudo en las piedras de mayor tama
de las han
implantado la moda, y no
que
ño y por lo tanto más valiosas. Para evi
decimos la novedad, porque* con esto lo que
tar este accicknte. los comerciantes de dia
se hace es volver á los tiempos antiguos,
mantes guardan los de más valor en una
cuando los comediantes se apuntaban unos
cavidad practicada en una papa cruda para
á otros desde detrás de las cortinas.
el transporte desde Sud África.
La concha resulta verdaderamente una
excrecencia en las tablas, que quita natura *
lidad á la escena; pero el apuntador es un
Para clarificar el vino
bombre necesario, indispensable.
Hay muchos actores que, aún después de Se toman ocho libras de miel espumada
haber hecho un papel durante años ente y fr.a, media libra de alumbre de rota en
ros, necesitan que se les vaya apuntando; polvo, otra media de azúcar rosada y una

en ciertos momentos, permanecerían mudos botella del mejor vino, y se echa todo en el
si no se viniese en su ayuda. Algunos, ni tonel del vino que quiere clarificar, mez
se

siquiera se atreverían a entrar en escena, dándolo perfectamente. Se deja bien tapa


si el apuntador no estuviese allí para ayu da hasta el otro día en que se quita el
darles .
tapón. Tres días d: spués el vino queda
Los que creen que un actor está más se clarificado.
EN Bfc INS*I*U*0 PEDAGÓGICO

El profesor señor Altamira visitando el Instituto Pedagógico

ÍZ

>v

CsH
M
f;-*>^

Los alumnos del Liceo de Aplicación, anexo al Instituto Pedagógico, esperando al señor
Altamira.
BOCETO DE PRIMAVERA.

Se fué el invierno. Vienen los días y sin embargo, te sonreiste


en que se olvidan las descepciones cuando te dije que te quería...
y en que reviven las alegrías Se fué el invtirno. Y en las mañanas
que nos dejaron las ilusiones. luce fragantes y hermosas flores
Ya no recuerdas, preciosa rubia, la enredadera de tus ventanas
esas estrofas enamoradas donde tejimos nuestros amores.
que allá, en las tristes tardes de lluvia, Ya no me quieres, ya no eres mía,
tu me inspiraste con tus miradas. sólo recuerdo tu amor marchito.
Ya no te acuerdas de mi alma 'triste, ¡Con qué delirio te adoraría
ni de mi horrible melancolía, si me quisieras un poquitito! . . .

Daniel E. de la VEGA

§>
*S TE
p Filomena
te proclama la experiencia
el primero entre todos

Únicos Introductores;

Alfredo Betteley y (o .

VALPARAÍSO

Amiga de la juven
tud. Enemiga de
clarada déla vejez
PASEO CAMPESTRE

':*#
H S>^y ,

Vistas tomadas durante el paseo que efectuó el Centro de la Juventud y Cooperadores


de La Salle en una quinta de Buín

y a

•~.
■* '
¿&
sa

•-
*fi
* f .♦ *»■

Banda de músicos que sostiene la institución


CURA

Neurastenia-Debilidad
nemia

Ni

Estimulante del cerebro


Estimulantedelos nervios
r-r Estimulantedelos músculos
Poderoso creadordefuerzay desangre

Preparación patentada del Estab'rcimiento Qu:m¡co

===== Dr. MALESCI rFirenze) Italia ===

VENTA EN LAS DROGUERÍAS Y FARMACIAS

Únicos concesionarios-importadores para Chile

Luis (Doutier y Ciü —


Santiago
NO JUAN CATA

ERA Ño Juan Cata un viejito chico, de El interpelado, que había tomado su <-a-

nasto, volvió á dejarlo y acercó al ran


se
ojos vivarachos, perdidos entre las enmara
ñadas cejas y con ti pelo crespo, á fuerza cho de su vecina murmurando:
de no peinarse. Siempre tenía amarrada la

Sabe Dios si será...
cabeza y sólo en ocasiones solemnes se qui Después de muchas suposiciones y comm
taba su sombrero, una chupalla viejísima, tarios, convinieron ambos en que lo mejor
de forma y color indefinibles. sería esperar resignados lo que viniere, filo
Parece que lo veo en su actitud de siem sofando con esa conformidad fatalista de
pre: con las manos cruzadas por la espal
nuestros campesinos.
da, ó accionando con su cuchillo de canas Ña Polonia convidó con desayuno á ño
tero en interminables conversaciones. Este Juanito, y al departir fraternalmente, ex
cuchillo era inseparable de su persona y no presó el viejo con toda tranquilidad:
sotros nos concebíamos sin él á Ño Juan

Este niño Ounino, hacen ya cinco días
Cata. que anda tomando: cuando menos lo aga
Vivía este humilde viejo, tipo del campe rran agora.
sino honrado, en la más pintoresca y anti

Si ese es su destino tendrá que cum

gua las habitaciones de la aldea. Siem


de plirlo, expresó la mujer, agregando des
pre que íbamos á ésta, podíamos verlo
á la pués: ¿No quiere que le cebe otro matecito
con aguardiente?
puerta, con un canasto á medio hacer entre
las piernas y d cuohillito á la cintura ó Así, entre charla y mate "con un poco
diestramente esgrimido para cortar los mim de aguardiente", se pasaron las horas hasta
bres. casita está entre el camino y
Su
el rio, una ladera bastante inclinada,
en

y en torno veíase la más hermosa y


próspera arboleda. Aquí pasaba general
mente Ño Juanito, conversando con Ña
Polonia, su vecina, sobre las travesuras

de Cunino (Secundino), un muchacho


de dieciocho años, hecho holgazán de
tomo y lomo gracias á las compañías del
pueblo .

La monótona tranquilidad de su exis


tencia fué turbada una mañana por el
galope de numerosos jinetes que se en
caminaban al pueblo.
El viejo abandonó su obra y púsose á
mirar, con una/ mano sobre las cejas,
frunciendo los ojuelos con un gesto que
le era habitual. Pero, tn medio de la

polvareda levantada por los caballos, sólo que volvieron Ño Juanito á su faena y Ña
alcanzó á divisar algo como uniformes ro Polonia á lavar en el r,ío. Allí estaría una

jos y azules y brillo de sables; todo lo que rredia hora cuando, por el vado más cer
le hizo presumir que se trataba de milita cano, vio atravesar á los militares de la ma
res. En ese momento oyó la voz de Ña Polo ñana, cada uno con su guapo mocetón á las
nia, que le gritaba con grande alarma: ancas.

¿ Vio el tropel. Ño Juanito? Dicen que Verlo y volar donde Ño Juanito fué to
andan agarrando gente pal Gobierno! ¿No do tino.
ha oído?
ÑO JUAN CATA


Si no estoy ciega, es el mesmo Secun- —

¡Pobre niño, pobre niño, cómo se acor


dino el que trayen ahí los
pacos! dará de su padre.
—¿Qué está hablando, vecina? exclamó el agregando después de haber concluido una
viejo acongojado. ¡Pobre niño, pobre niño! canasta:
Y como le durara el efecto de los consabi Y dos más

veces no se ha hecho la
dos matecitos, salió al camino valerosamen barba.
te, provisto de su famoso cuchillito. Al ver De este modo fueron transcurriendo los
que en efecto era su hijo uno de los que días hasta llegar el tiempo en que los cons
venían amarrados, no pudo contenerse y gri criptos recobraban su libertad.
tó al que parecía mandar: Una mañana que Ño Juan se encontraba

¡Mire, eñor, que este niño no es ná guai atareado con una cesta en que se iba á ga
na tuavía y no ha hecho la barba más nar tres reales, vio aparecer
se por el camino
que dos veces! un gallardo militar cubierto con brillante
Entendiendo el sargento que era su uniforme. Deslumhrado el viejo, púsose al
pa
dre, túvole lástima acaso y le dio un papel punto en pie y tomando una actitud res
con unas señas, diciéndole: petuosa, llevóse la mano á las cejas para
ver bien.

Reclámele á este caballero.


Y El mozo se había detenido á pocos pasos
siguió su camino llevándose al mu
chacho .
y lo contemplaba sonriendo.
Al fin pronunció:
Volvióse el viejo para que su vecina le —

;.Oue no me conoce, taita?


dijera "lo que hablaba elpapel" y, no an
tes de haberlo meditado mucho, resolvieron

¿Cunino gu su ánima? repuso el ca


nastero en el colmo uel asombro.
encaminarse á la ciudad bien provistos de
Y ambos se abrazaron emocionados.
fiambres para el camino y de engañitos para
El salvaje Secundino se había convertido
los fueces".
en todo un hombre civilizado: sabía leer
Ña Polonia entonces expresó:
de corrido, no se emborrachaba jamás y,

Güeno, pues, Ño Juanito, en cuanto es con sus simpáticas prendas personales y su


tén grandes los pollos que sacó la gallina
agradable conversación- de hombre que ha
negra, los nacimos fiambres pal camino. visto mundo y conoce la ciudad", fué en
Y con esta esperanza reanudaron ambos
adelante el adorno de la aldea y el motivo
sus labores. más legitimo del orgullo de su padre.
Un mes más tarde, todavía los pollitos no Cuando Ño Juan cata lo contempla, no
estaban en estado de comerse y Ño Juan puede menos de repetir con esa eterna ad
Cata, sin haber podido reunir aún los 14 miración de los padres ante el crecimiento
reales, necesarios para el viaje, seguía re de los hijos:
pitiendo imperturbablemente su estribillo: —

Vea, vea, tan guaina ya.

UNA COMADRE

A LA ULTIMA MODA
Efc BfcOCK SYSÍEM ELÉCTRICO

Ensayado el Domingo eu la linea de Melipilla

"< •'
í>

Grupo de asistentes á la prueba oficial del "Block System Eléctrico", invento debido
á los señores Miguel Cerda y Eduardo Reyes Lavalle y destinado á impedir los
choques en los ferrocarriles.

Junto á la locomotora provista del aparato


&fc U£,?IMO GRAN INCENDIO

SsJPÍFl'?

■$&?*■*".. «*$«

Estado en que quedó el interior del Hotel Unión, incendiado á mediados de la


semana pasada y bajo cuyos escombros se encontraron los cadáveres de los pen
sionistas de este mismo hotel, señores Leopoldo Martínez y Carmelo Llanos.

-*»€-

CAMINATA A QUI&PUB

Sportsmen que tomaron parte en la caminata á Quilpué por la "Copa Under-


wood". Triunfó por tercera vez el campeón Alfredo Arroyo, por lo que queda en
posesión definitiva de este hermoso "challenge".
El momento oportuno

EL excelentísimo señor don Quintilio asirse al jedazo de madera que flota en el


Azara del Valle experimentó la mis dolorosa tuimultuoso mar, y á alcanzarle se dirige
de las sorpresas eierto día en que, al "hacer ce n esfuerzo sólo comparable á su situa
se la toilette", se encontró viejo, y sin ha ción desesperada, así don Q'úntilio, en el
ber realizado
ningnna de las tres cosa? mar de la vida, tratana de asirse al ma

que, según un proverbio oriental, ha de trimonio, tomo á un leño salvador.


ejecutar un hombre, si quiere que su pa No es cosa para asombrar que su exce

so por este valle de lágrimas sea merito lencia encontrara, casi en el mismo ins
rio: plantar un árbol, publicar un libro ó tante en que se lo propuso, una colabora
tener un hijo. dora para la magna obra y retardada em

¿Un hijo?. Por tenerle sería capaz del


presa que quería acometer. Y tampoco hay
. .

más estupendo de los sacrificios ; hasta ol


para qué sonreírse irónleameníe «i se afir
vidarse de que era millonario y que el ser
ma la novia era joven, bella, eariñosa,
que
lo había consumido io mejor de su existen de conducta intachable y de una familia de
cia! Desale pobre abogadillo provinciano, las linajudas madrileñas. ¡A.sí conta
más
había llegado á ser. a fuerza de paciencia ra tantastalegas .como blasones! . . .

y de astucia, de humillaciones y de sufri Fué la boda por su fastuosidad eomo las


mientos, un banquero formidable, senador de encantos que se refieren en los cuentos
vitalicio, un personaje: en fin. ¿Y para qué de hadas. Don Quintilio, en aquel día m<

morable, gozó lo que en diez lustros no ha


bía gozado. Temiblaba de emoción, y su di
cha sería colmada si no pensase suspiran
do que aquel acto transcendental debía ha
berlo realizado cuando no necesitaba encas

quetarse un "bisoñe" para ocultar la esean-

ualosa calva. Pero, aparte esta reflexión


retrospectiva, su excelencia considerábase
ei más feliz de los mortales.
Y para serlo indefinidamente, que el hom
bre es de sobra ambicioso, determinó liqui
dar su casa de banca, no parecer por el se

nado ni meterse en negocios. Todo el tiem


po antojábasele corto para emplearlo en la
prosecución de su más caro ideal.
Don Quintilio y señora rodaron por el
mundo en busca de aguas milagrosas para
el delicado menester que perseguían; hicie
ron píos votos á los santos de todas las
ermitas, iglesias y catedrales que encontra
ban al paso en su peregrinación... por el
hijo. Don Quintilio empeoró de la dispep
sia que padecía á fuerza de tragar póci
todo este oro y todos estos esplendores su mas, pildoras y sellos, convirtiendo su es
yos?. . . Para no haber sabido ser lo que tómago en almacén de farmacéutico rico.
tantos miles de hombres son á su tiempo: El buen señor, desesperado con la solu

padre. ción negativa de su empeño para alcanzar


Y á buscar una mujt r y un hijo lanzóse una paternidad de que tan pródigamente go
denonadamente el excelentísimo señor, sin zan millones de seres que no van de la
que en este negocio, el más arduo y peligro Ceca á la Meca, ni visitan santuarios, ni
so de cuantos hubo de emprender en su di importunan eminencias, para ser papas, acu

latado vivir, pesara el pro ni el contra. Co dió como un pobrecito hombre á los apara
mo náufrago que sólo ve su salvación en tosos antros en donde lucen su ciencia, á
EL MOMENTO OPORTUNO

ojos vistas de la civilizada Europa, cárto- Ponéis ¡Es demasiado tarde!


mán ticos, hechiceros, brujos"" y adivinadores Pero, la virtud de vuestro invento, re
Después de soltar un puñado de pesetas plicó desolado su excelencia.
y de practicar con la misma fe que zafia ;Oh, señor! Mi maravilloso invento

no
maritornes las
estúpidas maniobras que pa tiene la suficiente virtud para convertir en
ra el logro de sus propósitos le ordenaba
papá á todo el que lo desea.
la taifa aquella ele engañalobos,
advertía, —Pero usted, doctor, afirma que con él,

corrido de vergüenza, que todo era

falsedad y mentira. ¡Y el hijo sin pa


recer!
Como último y desesperado inte nto.
dirigióse en Alemania á casa de un fa
moso doctor que aseguraba, en anun

-.ios escandalosamente laudatorios, ha


ber inventado un anillo magnético con

el cualel comprador alcanzaría la


edad de
Matusalén, sin padecer jamás de uh hombre de noventa años
dolor ninguno. Garantizaba el inventor, es —

Metáfora, señor, pura metáfora para lla


to le llegó á lo vivo al señor Azara del Va mar la atención del público. . .

lle, que, con su anillo, se prolongaban las —


Es decir que no debo tener ya esperan
fuerzas físicas basta e 1 punto ae que un no za ninguna. . .

nagenario podía competir ventajosamente ¡Ninguna! Para ser papá, como


para
con un hombre de treinta años. El autor todo, hay que aprovechar el momento opor
del portentoso anillo, al enterarse de la so tuno, según dijo uno de los siete sabios de
licitud de don Quintilio, le reconoció cacha Grecia... ¡Habéis dejado pasar la oportuni
zuda y detenidamente. Terminado el exa dad... hace lo menos veinte años.
men, vino á decirle, sobre poco más ó me Verdad, doctor, afirmó suspirando tris

nos, en una jerga casi ininteligible: teniente don Quintilio al ver desvanecido

;üh. señor, ..arde acurl's á mi ciencia! para siempre su más caro ideal. ¡Hace lo
Xada en el mundo puede devolveros las ener menos veinte años! ... »

gías precisas para conseguir lo que os pro-


Alejandro LARRl'Bl^RA
PRECIOS DE SUSCRIPCIONES
/MARIO *
á ZIGZAG, SELECTA
* ZIG-ZAG CORRE-VUELA, PENECA
1 Año 6 Meses

Único Guia General de Chile pu Zig-Zag t 2250 $ 11.70


blicado en 1909 Selecta 10.00 55°

Corre- Vuela....
Útilísimo libro de consulta para el co 9.00 5.00
mercio y particulares. El Peneca 4-SO 2.50
Contiene datos é informaciones de in
terés permanente. Zig-Zag
Se vende en lasprincipales librerías y Selecta
agencias de la Empresa Zig-Zag. •50 23.00
Pedidos á Administración, casilla
la Corre- Vnela..

2017, Santiago, acompañados de su va El Peneca


lor, son servidos á vuelta de correo, bajo
certificado.
Zig-Zag
31.50 16.75
Selecta
PRECIO DEL EJEMPLAR:
Zig-Zag
16.25
EN PASTA DE TELA ...
$ 8.00 Cor». vuela .
3050

Ziv-'-'ig
EN PASTA DE CARTÓN .
„ 6.00 El teweca
26.00 ■3-70

También podría gustarte

pFad - Phonifier reborn

Pfad - The Proxy pFad of © 2024 Garber Painting. All rights reserved.

Note: This service is not intended for secure transactions such as banking, social media, email, or purchasing. Use at your own risk. We assume no liability whatsoever for broken pages.


Alternative Proxies:

Alternative Proxy

pFad Proxy

pFad v3 Proxy

pFad v4 Proxy