Métodos de Extracción
Métodos de Extracción
Métodos de Extracción
Por expresión:
Forma de extracción por prensado mecánico utilizada como método de
extracción de casi todos los aceites fijos vegetales que se encuentran en el
mercado. Es el método más recomendado ya que ayuda a mantener el estado
original del aceite, sus constituyentes y proporciones, preservando los ácidos
grasos de cadena larga.
Ciertas sustancias químicas pueden ser extraídas de la droga vegetal por
expresión. En este método extractivo, la planta fresca se introduce en una prensa
hidráulica y se exprime hasta que se obtiene su jugo. Este método extractivo se
emplea para obtener zumos de cítricos, aceites, y otros.
Por Incisiones:
Este método se aplica para extraer del material vegetal exudados, los que
pueden ser: gomas, resinas, mieles y otros productos que brotan en gran cantidad
al realizarle incisiones o cortes a la planta viva. Pueden también clavarse tubos en
la corteza, por donde fluyen las sustancias.
Digestión:
Consiste en el calentamiento del material vegetal a extraer junto con el
disolvente, sin llegar a la temperatura de ebullición del mismo.
Ultrasonido:
La extracción asistida por ultrasonido utiliza sonidos de alta frecuencia, con
el fin de desprender el compuesto buscado del material vegetal. Las partículas
sólidas y líquidas vibran y se aceleran ante la acción ultrasónica; como resultado, el
soluto pasa rápidamente de la fase sólida al disolvente. Dentro de las últimas
técnicas desarrolladas, es una de las más económicas por poseer requerimientos
instrumentales de bajo costo.
Infusión:
Este proceso se utiliza para materiales vegetales con principios solubles en
agua. Son extemporáneas, fácilmente atacables por hongos y bacterias, al igual que
la decocción. Se prepara en una proporción de 50 g de material vegetal con agua
caliente y se lo deja en reposo por 15 minutos, luego se agrega el resto del agua
hirviendo y se deja reposar por 30 minutos. Se filtra y se exprime bien el marco. Se
hace pasar agua hirviendo por el marco hasta completar los 1,000 mL. Esta
preparación al igual que la decocción debe ser refrigerada (en cuyo caso se
conserva sólo por unos días), salvo que se congele o se agregue algún conservante.
Percolación:
Se humedece 1 kg del material vegetal con una cantidad adecuada del
disolvente prescripto para humedecerla y embeberla bien. Se deja en maceración
dentro de un recipiente por un tiempo determinado. Luego se empaca un percolador
de tamaño adecuado con el material vegetal. Se agrega suficiente disolvente hasta
obtener una columna en el percolador. Se tapa el orificio inferior, se cubre el
percolador y se lo deja macerar durante 48 horas. Pasado ese tiempo de abre la
canilla inferior y se comienza a colectar el percolado, reservando las primeras
fracciones. Se continua la percolación agregando más cantidad de disolvente hasta
el agotamiento del material vegetal. Generalmente se analiza el percolado que va
eluyendo, cuando ya no se detectan principios es porque está agotado el material
vegetal.
Se recupera el disolvente utilizado para la percolación y se concentra el
mismo a presión reducida y a una temperatura no mayor a 45°C, hasta obtener un
extracto con la consistencia o concentración requerida.
Extracción líquido-líquido.
La extracción líquido-líquido es, junto a la destilación, la operación básica más
importante en la separación de mezclas homogéneas líquidas. Consiste en separar
una o varias sustancias disueltas en un disolvente mediante su transferencia a otro
disolvente insoluble, o parcialmente insoluble, en el primero. La transferencia de
materia se consigue mediante el contacto directo entre las dos fases líquidas. Una
de las fases es dispersada en la otra para aumentar la superficie interfacial y
aumentar el caudal de materia transferida.
En una operación de extracción líquido-líquido se denomina alimentación a
la disolución cuyos componentes se pretende separar, disolvente de extracción al
líquido que se va a utilizar para separar el componente deseado, refinado a la
alimentación ya tratada y extracto a la disolución con el soluto recuperado.
Extracción clevenger.
El más conocido es el equipo Clevenger, usado en muchos laboratorios y
considerado en varios estándares internacionales, como el más adecuado para la
determinación del contenido total del aceite esencial de una planta aromática. Está
compuesto de un balón, donde se deposita la materia prima molida y una cantidad
conocida de agua pura. Se le calienta constantemente, el aceite esencial con el
agua presente se evapora continuamente. Un condensador va acoplado al balón y
una conexión en forma de D, permite acumular y separar el aceite esencial de la
mezcla condensada. El agua floral condensada regresa al balón por el rebose de la
conexión.
Las ventajas de este equipo son: su simplicidad y flexibilidad para trabajar con
aceites de diferente densidad y naturaleza. Las desventajas radican en la
incapacidad de usar los resultados obtenidos para un escalado, porque el material
vegetal no forma un lecho fijo, sino está en contacto permanente con el agua; lo
cual, no responde al tipo de hidrodestilación industrial empleado comúnmente.
Además, el hecho de estar molido genera que el aceite se encuentre disponible para
su vaporización y “arrastre”, lo cual no ocurre a mayores escalas. El tiempo de
extracción es muy largo comparado con el usado industrialmente, porque se busca
agotar todo el aceite contenido en la planta, y no sirve para establecer el tiempo
óptimo de operación. Existen otros equipos a esta escala, basados en una
miniaturización de los equipos piloto. Donde el material vegetal forma un lecho fijo,
en una columna de vidrio, y el vapor de agua es alimentado continuamente desde
un balón inferior calentado constantemente, que funciona como un generador.
Estos equipos son simples y flexibles y poseen la ventaja adicional de trabajar en
un modo más similar al de los equipos mayores. Sus limitaciones son: el uso de
materia prima molida; el flujo del vapor condensado a contracorriente en la columna,
que lleva consigo compuestos hidrosolubles y que generar una recirculación
indeseable, ya que se pueden degradar estos compuestos y afectar la calidad del
aceite obtenido; y la dependencia del flujo de vapor generado con la potencia de la
fuente de energía, lo que le resta flexibilidad en el control de este parámetro.
Bibliografía.
🌿 Ferraro, G., Martino, V., Bandoni, A. & Nadinic, J. (2015). Fitocosmética,
fitoingredientes y otros productos naturales. Buenos Aires: Eudeba.